Diario del eclipse o tránsito hacia la propia esencia

Diario del eclipse/ Gálvez y Cabrera / Petalurgia, 2022

Arrancamos el otoño con un poemario intimista, de tono nostálgico, en el cual la autora se desnuda en la palabra como acto de autoexploración sincera; la página es un espejo donde recrear esa parte de sí que creía perdida.

Se trata de Diario del eclipse de la venezolana Cristina Gálvez Martos. Sus textos van acompañados de los collages de la también venezolana Bethsayda Cabrera, una serie de imágenes potentes que trabajan luces y sombras, para generar un imaginario de seres sin rostro, que se desdibujan en el paisaje, que sugieren un gesto o se fragmentan.

Diario del eclipse/ Gálvez y Cabrera / Petalurgia, 2022

Hemos formulado algunas preguntas a Gálvez a propósito de su trabajo:

Hay un dejo melancólico, de pérdida y caída en “Diario del eclipse”. Lo autobiográfico impregna cada verso ¿Qué experiencia vital te ha movido a escribirlo?

Sí, la experiencia tras este conjunto de poemas es la de una pérdida, una separación. Pero el tema real es el umbral que abre esa pérdida: una exploración de la individualidad que resurge. Es la de un nuevo arraigo al propio ser, que supone un proceso de observarme a mí misma, de habitarme, con todo el vértigo, el miedo y la valentía que eso puede suponer. Se trata de un tránsito que requiere paciencia y no la búsqueda de una resolución. En resumen, creo que la experiencia tras los textos es la de un proceso de recobrar la propia presencia.

¿Qué importancia tiene el cuerpo, lo sensual en tu poética?

De un tiempo para acá, ha tomado muchísima importancia. Dice Marguerite Duras: “No se puede escribir sin la fuerza del cuerpo. Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe”. Leer esas líneas me impresionó muchísimo, porque sí, escribir puede requerir una fuerza de la que a veces no nos sentimos capaces. Y pensamos la escritura como un acto mental, cuando se trata de una experiencia íntegra, cuando el cuerpo es mediador de toda experiencia y también de toda reflexión y simbolización. Se escribe con todo el cuerpo. Y la vivencia del cuerpo puede ser dura, desgastante, pero también puede ser suave, sensual, placentera. El cuerpo es nuestro único canal. Y es fuente de dicha. Descubrir eso, o más bien redescubrirlo, sí se ha reflejado en lo que escribo.

¿Qué lecturas han acompañado tu proceso de escritura en este caso?

Aunque leo constantemente, no soy para nada una lectora metódica o disciplinada. Leo online, en físico, abandono libros, vuelvo a ellos, me obsesiono con una autora o autor por corto o largo tiempo y entonces no leo nada más, o leo textos sueltos de diferentes escritorxs. Me parece que, para el momento, una lectura que sí me atrapó fue la obra poética de Márgara Russotto: su desfachatez, su capacidad de decir lo impredecible me fascinaron. También creo que regresé a Adrienne Rich, una escritora poderosísima a la que vuelvo siempre y que trata con una fuerza increíble el tema del amor romántico frente a la individualidad.

¿Qué puedes contarnos de la experiencia de diálogo creativo entre poemas y collages?

Desde hace mucho tiempo me interesa el tema de la autopublicación y especialmente de los fanzines, aunque nunca termino de aventurarme y realmente hacer algo en relación a esto. También, en esa sintonía, todo lo que supone un trabajo colaborativo e interdisciplinario, me llama mucho la atención. Los pocos trabajos colaborativos que he hecho siempre han terminado nutriéndome de formas inimaginables, han sido experiencias realmente bonitas, me han dado una satisfacción que va más allá de cualquier beneficio utilitario. Creo que el trabajo colaborativo en la literatura y el arte en general es muy poderoso en diferentes niveles.

Collage de Bethsayda Cabrera para "Diario del eclipse" / Petalurgia, 2022

Conozco a Bethsayda desde hace años y venía siguiendo su trabajo porque realmente me encanta. Entonces, un día, se me ocurrió invitarla a hacer algo juntas. Apenas había terminado de escribir los poemas de Diarios del eclipse y se los envié, y para mi suerte también se entusiasmó. Ella comenzó a hacer collages inspirada en los textos, y como está al tanto de todo el mundo de los NFT, me fue involucrando un poco en el tema. Empezamos a tener más comunicación, a planificar otras cosas juntas, me entusiasmé yo misma con la idea de comenzar a hacer collages. Beth también compartió algunos de sus textos/collages conmigo, y así hemos seguido. Ojalá podamos hacer más cosas juntas.

Cristina, Bethsayda: de más está decir que desde Petalurgia estamos disponibles para repetir la experiencia o generar otras nuevas.

Y a ti lector, te invitamos a descargar libremente la plaquette Diario del eclipse, en formato PDF y bajo licencia Creative Commons no comercial, de reconocimiento obligado de autorías y de no tergiversación o derivación de la obra, haciendo click en el siguiente enlace:

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