Inspirado en el arcano mayor de El Papa del Tarot, Juan Pizzani crea un relato autoetnográfico titulado Onaka ga peko peko, que significa en japonés tener el estómago pegado del espinazo. A modo de crónicas entreveradas, Pizzani va hilando recuerdos en torno al hambre, el absurdo y la iluminación. El humor se junta con una visión antropológica de la vida cotidiana, en un país donde el caos nubla la razón, pero donde siempre existe la posibilidad de tocar el cielo. En este caso, la figura arquetípica de El Papa, ilustrada por María Gabriela Lovera, nos presenta un Buda capaz de reírse del hambre y de aquellos que la diseminan, enceguecidos por ideologías distorsionadas o simplemente movidos por una ambición sin límites.